Dicen que no son tristes las despedidas...
Dile al que te lo dijo que se despida...
-Copla anónima
Hace más de 20 años, en el escenario devastador que dejaba la crisis de 2001, un grupo de músicos nos
reuníamos con la intención de contribuir, desde nuestro campo específico, a esa enorme tarea de anudar los
hilos dispersos y volver a generar redes de contención en una sociedad devastada.
La idea fue crear un espacio para expresiones estéticas dentro de la música popular que, desde los márgenes
y por los intersticios que siempre dejan las políticas hegemónicas, lograban filtrarse y resistir a los
embates del pragmatismo neoliberal, recogiendo los frutos que “se gestaron y maduraron bajo la pluma y las
armonías de los más grandes poetas y músicos que ha dado nuestro cancionero”, como decíamos en nuestros
fundamentos.
En la edición del año pasado, El Encuentro cumplió sus 20 años. Muchos de aquellos objetivos creemos que se
cumplieron y eso se vio reflejado en la cantidad de inscripciones a los “Talleres de Grandes Maestros” y a
la asistencia masiva a los conciertos durante todos estos años.
Y, si bien algunos sueños quedaron en el camino, otros que ni siquiera imaginamos, se hicieron realidad.
Entre tantos otros, recibir en los teatros a aquellos referentes admirados e indiscutidos de nuestra música
compartiendo escenario con representantes de las nuevas expresiones; encontrarnos y reencontrarnos con
compañeros músicos de distintos puntos del país y de países hermanos; alojar en los talleres a grandes
maestros que vinieron a transmitir generosamente saberes que circulaban, fluían y nos enriquecían en un ida
y vuelta constante.
Años de encuentros que han dejado una profunda huella en cada uno de nosotros y que esperamos hayan tocado,
de igual modo, a cada uno de los que pasaron por sus espacios.
Se cumplió un ciclo. Nos vamos con el orgullo de haber sostenido este espacio por veinte años, los mismos
que lo iniciamos, con el aporte de compañeros músicos y docentes que se sumaron en las distintas etapas y
con el apoyo institucional de las áreas de Cultura de la ciudad, la provincia y la nación, de la prensa, y
de otras instituciones también sensibles al quehacer cultural.
Gracias por acompañarnos antes, y por leernos ahora.